No la pondré porque me considero un (casi) columnista, tengo aspiraciones a contertulio y esto no es un blog de chichinabo. Pero a todos los efectos la señal que aquí ven es una calavera con dos tibias cruzadas que grita: ¡CUIDADO! ¿De qué? Esta entrada puede chafarte el final de varias series y películas míticas. Los "modertontos" lo llamamos hacer spoiler, pero sigue siendo lo mismo: un tipo/a deslenguado/a te cuenta el final de una historia (y no se puede hacer legal para defenderse). Advertidos quedan. Sigo.
Dice un amigo mío que las series son tan aburridas como la mayoría de las vidas, solo que las primeras terminan poniendo FIN y las segundas RIP. Pero salvo nostálgicos del cine clásico americano a lo José Luis Garci y los que se quedaron en "ET, el extraterrestre que creía en la tarifa plana", la mayoría de los cinéfilos se han rendido a las series americanas de televisión de los últimos años. No hablo de las series que se sirven a granel sino de las delicatessen como Breaking Bad, Dexter, Mad Men, El ala oeste de la Casa Blanca, Los Soprano, Perdidos, Futurama, y alguna más.
Admitamos que mi amigo se quedó anclado en el pasado. Mientras que en el cine (especialmente americano) todo ha quedado reducido al género de acción (sea una película de amor, un drama, una comedia o ciencia ficción) narrada con movimientos de cámara espasmódicos y enloquecidos en los que no acabas viendo nada, en las series se refugian las tramas elaboradas, los personajes intrigantes, los diálogos chisposos, la complejidad narrativa y otras características que menciona la Wikipedia y me da pereza seguir copiando.
Lo malo de una gran serie es que tarde o temprano tienes que darle un final. El final debe estar a la altura porque se supone que de lo contrario, los espectadores que han calentado sofá durante horas sorbiendo cervezas, comienzo pizzas y ganando kilos, se sentirán no sólo más gordos sino también decepcionados. Si el espectador es una celebridad cinematográfica como Oliver Stone te cae la del pulpo. Para el director de JFK el final de Breaking Bad fue ridículo. El periodista puso ridículo, pero Stone dijo otra cosa. Lo dice Stone, que acaba de modo harto decepcionante, matando a Kennedy en su película. (Te conviene, Oliver, leer Mateo 7: 1-5).
En los foros stonianos y antistonianos debaten con ardor si Breaking Bad tuvo el final que merecía. ¿De verdad es creíble que Frankie Page matara a Laura Palmer? Al menos es una cuestión objeto de debate. El final de "Perdidos" fue tan decepcionante que casi provoca altercados públicos. Pero siendo sinceros, ¿cómo estar a la altura al terminar una historia plagada de numerosas subidas y bajadas de clímax y que dura diez, veinte, ochenta horas?
Siendo sinceros una vez más, reconozcamos que cada uno tiene un final ejemplar en la cabeza. Particularmente detesto la expresión pasar página, que precisamente utilizan los que no leen. Para ellos es como dar carpetazo, pero precisamente cuando pasas página es porque recuerdas muy bien lo leído, de lo contrario estarías siempre en la misma página y no avanzarías. Puede que pases página, pero si los renglones fueron buenos se recuerdan durante años. Esos finales me gustan a mi. Mejor un discreto y largo adiós que un sonoro golpe de platillos.
¿Si me gustó el final de Breaking Bad? Bueno, no he visto la serie, ni casi ninguna de las que nombré sólo con el propósito de hacerme el interesante, pero prometo hacerlo en breve e informar. Creo que no me importará el final porque como a Drexler, soy de los que ama la trama más que el desenlace.
Otrosí digo: Me remito a este link para chafar (espoilear), tal y como prometí, series y películas.
Dice un amigo mío que las series son tan aburridas como la mayoría de las vidas, solo que las primeras terminan poniendo FIN y las segundas RIP. Pero salvo nostálgicos del cine clásico americano a lo José Luis Garci y los que se quedaron en "ET, el extraterrestre que creía en la tarifa plana", la mayoría de los cinéfilos se han rendido a las series americanas de televisión de los últimos años. No hablo de las series que se sirven a granel sino de las delicatessen como Breaking Bad, Dexter, Mad Men, El ala oeste de la Casa Blanca, Los Soprano, Perdidos, Futurama, y alguna más.
Admitamos que mi amigo se quedó anclado en el pasado. Mientras que en el cine (especialmente americano) todo ha quedado reducido al género de acción (sea una película de amor, un drama, una comedia o ciencia ficción) narrada con movimientos de cámara espasmódicos y enloquecidos en los que no acabas viendo nada, en las series se refugian las tramas elaboradas, los personajes intrigantes, los diálogos chisposos, la complejidad narrativa y otras características que menciona la Wikipedia y me da pereza seguir copiando.
Lo malo de una gran serie es que tarde o temprano tienes que darle un final. El final debe estar a la altura porque se supone que de lo contrario, los espectadores que han calentado sofá durante horas sorbiendo cervezas, comienzo pizzas y ganando kilos, se sentirán no sólo más gordos sino también decepcionados. Si el espectador es una celebridad cinematográfica como Oliver Stone te cae la del pulpo. Para el director de JFK el final de Breaking Bad fue ridículo. El periodista puso ridículo, pero Stone dijo otra cosa. Lo dice Stone, que acaba de modo harto decepcionante, matando a Kennedy en su película. (Te conviene, Oliver, leer Mateo 7: 1-5).
En los foros stonianos y antistonianos debaten con ardor si Breaking Bad tuvo el final que merecía. ¿De verdad es creíble que Frankie Page matara a Laura Palmer? Al menos es una cuestión objeto de debate. El final de "Perdidos" fue tan decepcionante que casi provoca altercados públicos. Pero siendo sinceros, ¿cómo estar a la altura al terminar una historia plagada de numerosas subidas y bajadas de clímax y que dura diez, veinte, ochenta horas?
Siendo sinceros una vez más, reconozcamos que cada uno tiene un final ejemplar en la cabeza. Particularmente detesto la expresión pasar página, que precisamente utilizan los que no leen. Para ellos es como dar carpetazo, pero precisamente cuando pasas página es porque recuerdas muy bien lo leído, de lo contrario estarías siempre en la misma página y no avanzarías. Puede que pases página, pero si los renglones fueron buenos se recuerdan durante años. Esos finales me gustan a mi. Mejor un discreto y largo adiós que un sonoro golpe de platillos.
¿Si me gustó el final de Breaking Bad? Bueno, no he visto la serie, ni casi ninguna de las que nombré sólo con el propósito de hacerme el interesante, pero prometo hacerlo en breve e informar. Creo que no me importará el final porque como a Drexler, soy de los que ama la trama más que el desenlace.
Otrosí digo: Me remito a este link para chafar (espoilear), tal y como prometí, series y películas.
Cierto, a Oliver Stone no le gusto el final, la serie le parecia patetica, el marcador de fans va algo asi como 11,000.582 (numero de espectadores del final) vs 1 (Oliver Stone)
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