18 octubre 2013

Nosotras parimos, nosotras decidimos (de nuevo)

  ¿Les suena este eslongan? Es una pregunta retórica, por supuesto que les suena. Alguna incluso lo habrá coreado. ¿Les suena añejo? Lo es. Pero en España es también actual gracias a un tipo inteligente, bien parecido, brillante, a la sazón ministro de Justicia: Alberto Ruiz Gallardón (Ruiz a secas para los amigos).

  A esta lumbrera, refinando, melómano confeso, fiscal a los veintiséis años, ex alcalde de Madrid, le debemos en parte esta vuelta a los años ochenta, que sería una vuelta a los años sesenta o cincuenta de Europa occidental. Si de volver a los ochenta (del pasado siglo) se trataba, bien podría haber el ministro cantado "Terror en el supermercado" o "Cena recalentada", se preguntará alguno y con razón. Pero Gallardón es melómano deficitario (sólo escucha música clásica y también música sacra).

  Será por este concierto de voces cacofónicas que Ruiz ha querido modificar la ley para volver a penalizar el aborto como se hacía por aquellos lejanos años. ¡Qué tiempos! Las chicas con pasta se iban a abortar a Londres, las que no se jugaban el tipo con cualquier matarife y todos bailaban las canciones de Alaska y los Pegamoides.


  Durante aquella época la religión (la que habla del hippy ajusticiado por los romanos con paradójica sede central en Roma) era asignatura obligatoria. Los no matriculados cursábamos otra disciplina a la que llamaban ética. Era una asignatura postiza que trataba de evitar que los alumnos no religiosos se drogaran o pensaran en hacerse la cera como Cristiano Ronaldo. Como su propio nombre indica la clase de "ética" no tenía importancia. Pero gracias a cierto tipo de justicia poética, la "ética" era de hecho la más útil e instructiva de todas las asignaturas, en su modestia y subsidiaria categoría.

  Porque lo que se hacía era algo tan inútil como pensar y debatir (una especie de masones sin grado y aprobado asegurado). Para ser sinceros debatíamos tres alumnos como mucho. El resto dormitaba y poco después la mayoría firmaría una de esas maravillosas hipotecas. En aquella época los temas centrales que dominaban la asignatura de ética eran por este orden: la guerra nuclear (o su posibilidad), el divorcio (y sus consecuencias en los infantes) y el aborto (y su consecuencia en los protoinfantes). La diferencia es que antes para bien o para mal estos temas interesaban, ahora sólo son una cortina de humo, echada sobre una cortina de detritus (si eso es físicamente posible).

  Por supuesto no sólo se debatía sobre esos temas en clase de "ética". Relean la hemeroteca de la época. El País, Triunfo, Cambio 16, Ajoblanco... Qué tiempos. ¿Pasados? Presentes por la gracia de Ruiz. Reviviremos como una cacofonía los argumentos del pasado, como un eterno día de la marmota y como colofón se disfrutará de una ley a la irlandesa. Esa será nuestra penitencia antes del castigo, propiamente dicho.

  Dulces ochenta, sin sanidad pública asegurada, sin derecho al aborto, con incipientes servicios sociales. ¿Pero dónde están los grupos de "La Movida"? Han sido sustituidos por Dani Martín.

"La historia se repite dos veces, la primera como tragedia, la segunda como farsa".

En eso tenía razón el barbas, no se puede negar.



El humor está aquí, en alguna parte
Síguenos en Facebook y Twitter

8 comentarios:

  1. Hace días que avanzamos con paso firme y decidido a la época de las cavernas.
    Saludos.

    ResponderEliminar
  2. El aborto debe ser legal y libre. El aborto no debe ser gratuito salvo en casos obvios, pues llegaríamos a un anarquismo sexual sin ningún tipo de responsabilidad con graves consecuencias. No debe ser un tema tabú, ni un prejuicio. Una opción si. Una feria de abortos no.

    ResponderEliminar
  3. Nosotras parimos, nosotras hemos decidido desde que el mundo es mundo y lo seguiremos haciendo, la ley nunca reflejó la realidad, hay paises que nos respetan, curiosamente los mas evolucionados en todo sentido, y otros que nos tiran al muere, los peores que se viven quejando de la tasa de natalidad, se quejan porque no queremos traer vida, no merecen vida, merecen MUERTE, y no nos molesta inmolarnos por la causa sin que puedan evitarlo de manera alguna, es NUESTRO CUERPO, por más arcadas que la idea les provoque.

    ResponderEliminar
  4. Quieren volver al "feliz franquismo" A aquellos años de su juventud... Y nos quieren retrotraer al pecado, a la sumisión... pero estos saben donde viven o andan despistados con la moda Vintage

    ResponderEliminar
  5. No nos suena añejo. Nos suena insensato y cruel. ¿Aquellos lejanos años? 2010, sin ir más lejos...

    ResponderEliminar
  6. ¿Brillante Gallardòn? Perdona que discrepe contigo. Ese tipejo no tiene nada de brillante, sino mucho de hipócrita y falsario. Un fariseo de los que habla su biblia, un sepulcro blanqueado por fuera y lleno de podredumbre y miseria en su interior.

    ResponderEliminar
  7. Me ha gustado lo de "matarife" en efecto eso son los que practican el aborto unos matarifes.

    ResponderEliminar
  8. Por desgracia este mundo no es justo y el aborto no se puede ilegalizar. Pero lo que sí se tiene que hacer es informar y formar a la gente sobre esta asunto desde un punto de vista favorable al respeto a la vida humana. Así como agilizar más las adopciones. Y, evitar, que en España de hecho haya casi aborto libre (100.000 al año); que se cumplan estrictamente con los supuestos legales y dejarnos de tanta complacencia por parte del Sistema.

    ResponderEliminar

¡Gracias por tu comentario!