En España tenenos un ministro de Hacienda que se llama Cristóbal Montoro. Debe ser un tipo peculiar. Su lenguaje y tono suele ser castizo tirando a chulesco y matonil. Pero a su vez es similar a la versión española del personaje Epi, de Barrio Sésamo. Ustedes ya notarán la contradicción entre lo primero y lo segundo. Es odioso, pero a la vez es gracioso, no sé si me siguen el concepto y el pareado.
Esta semana ha sido entrevistado en la Cadena Ser sobre el declive de los ingresos y espectadores del cine español. El ministro declaró que éstos no se debían a las decisiones tomadas por el gobierno (subida del IVA al 21% y reducción de las subvenciones para el cine). Montoro afirmó que el problema era también de calidad. En resumen: las pelis españolas le parecen una ful.
Me consta que la opinión de Montoro la comparte más de uno. Estos espectadores ven el español como un cine ramplón y cerrado que controlan unas cuantas familias. Un cine endogámico controlado por un clan de amiguetes y familiares que van de "guays". Como cinéfilo graduado por la Universidad de Valladolid y la academia alicantina "Ratas o mouses de Filmoteca (Ratasfilmo)", he mantenido encendidos debates sobre el particular.
Pero estos jinetes del apocalipsis fílmico también argumentan qué cinematografía les parece atrayente en contraste, realmente interesante. ¿La francesa y belga, sutil y social? ¿Quizá la escandinava con sus dogmas? ¿Qué tal la oriental colorista, agria e intimista? ¿Te decantas por el cine masivo yanqui, efectos especiales, hipersonrisas congeladas y muchos muchos tiros, misiles, desastres y persecuciones? ¿Un poco de cine iraní contemplativo, quizás? En resumen, el cine español es pizza congelada pero, ¿cuál es el criterio cinematográfico del señor ministro?
En mi opinión hay al menos dos facetas que debemos observar:
- La primera sería si un ministro de un país puede sincerarse sobre un sector económico. ¿Podría decir el ministro de Agricultura que los tomates de invernadero de Almería son insípidos, el de Transporte que los conductores de autobús son ineptos al volante o el de Pesca que los mejillones gallegos son bichos filtradores y seguramente contaminados? Bien, todo es posible.
- La segunda cuestión es: ¿de verdad no le gusta el cine español? ¿Es todo una cuestión de dinero? Ignacio Escolar aportó datos estas semana sobre que la ayuda al cine español ha sido raquítica en comparación con otros sectores económicos. ¿Entonces es todo una venganza al clan de la ceja? Lo dudo. ¿Es sólo una cuestión de gusto cinematográfico?
Hagamos un ejercicio de imaginación/sinceridad. Imaginemos a Montoro como Torres-Dulce disertando sobre la filmografía de John Ford o Howard Hawks. ¿No es mucho imaginar? ¿Les resulta más fácil ver a Messi dando una conferencia sobre tributación? A mí me pasa igual. Estoy dispuesto a comerme mis palabras pero o mucho me equivoco o la última vez que fue Montoro al cine (y porque su señora se empeñó) fue para ver "El violinista en el tejado" y salió para echar un cigarrillo cuando el tipo de la pantalla empezó a cantar "Si yo fuera rico". ¿Qué gracia tiene gastarse la pasta para ver a un socialista canturreando encima de una choza?
Ahora seamos sinceros y también imaginativos. No creo que sea mucho aventurar que el ministro de Hacienda Cristobal Montoro no sólo piensa que el cine español es malo, sino más bien el cine como invento. Malo y superfluo especialmente si se le compara con el gran hallazgo del Power Point y los gráficos del Excel.
Magnifico post, como siempre Señor Gordo, de nuevo queda claro que su "amigo" Montoro sigue siendo su debilidad, porque podía haberle dado un poquito más de caña, ironica por supuesto ( a mi humilde entender claro) ya que últimamente no para de cubrirse de gloria.
ResponderEliminar¿Que el cine español es malo?, bueno imagino que va en gustos. Una pelicula gusta o no, te duerme o no, la ves o te distraes en la fila de los mancos, de todo depende, de las ganas que se tenga de verla y de la compañia en el último caso.
Yo ayer ví por primera vez "Adivina quien viene esta noche", un clásico según tengo entendido, y me encantó, hace meses vi "Primos" y me divertí muchisimo, algún día terminare de ver "El Cid" que está claro que estando acompañada no hay manera.
En lineas generales no me gusta el cine y sólo conservo en la memoria unos pocos títulos de pelis que hayan despertado mi interés. Pero o mucho me equivoco o el disgusto de Montoro con el cine nacional tiene más que ver con que entre los sobres gestionados en el Bar-Cenas no hubiera ninguno procedente del mundo del celuloide.
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