30 septiembre 2013

En busca del "reverendo pelotudo"

  El otro día volví a ver, por azar, que es como a menudo son las experiencias más emocionantes, la espléndida película argentino-española "El secreto de sus ojos" (2009) de Juan José Campanella. Para los prosaicos debo explicar que el fantástico azar en cuestión es que la daba una tele. En concreto, el canal francés "Arte" (¿ozú?). Como son franceses cultos, la película se ofrecía en versión original con subtítulos en francés.

  El filme es magnífico por muchas y variadas razones que me da pereza enumerar, además que sería como descubrir el Mcpollo. Pero citaré dos que me vienen al caso:

  • Las magníficas interpretaciones de los actores argentinos del elenco (en este caso Darín, Villamil, Rago, Godino y especialmente Guillermo Francella). 
  • La riqueza del español argentino para los tacos y las expresiones malsonantes. Eso que las mamás llaman palabrotas cuando, con buen criterio, prohiben decirlas a los infantes momentos antes de cagarse en la puta por el recibo de la luz, que hoy volvió a subir, por cierto.

  ¿Por qué ellos (los argentinos) tanto y nosotros tan poco? Y cuando digo nosotros, digo los españoles, los habitantes del estado español. Por supuesto unos más que otros. ¿No tendrá que ver el atocinado, estandarizado y postizo catalán que se habla en Cataluña con la uniformidad de sus opiniones? Puede que el español de España sea de momento aún más rico, pero un solar comparado con el vocabulario de la indignación y el cabreo de argentinos, uruguayos o venezolanos. No solo los españoles tenemos el problema. Me llamó la atención que los subtítulos franceses traducían igual boludo que reverendo pelotudo. Y no sabría explicarlo, pero hay diferencia. La hay.

  Por mi profesión, de cuando en cuando debo leer atestados policiales de injurias, amenazas o de lesiones, que a menudo también van precedidas de insultos. Ahora que se está endureciendo para todo el Código Penal en un claro intento de que todo cambie para que todo siga igual, creo que debería considerarse como agravante la vulgaridad y la falta de imaginación en el insulto o la amenaza.

  Siempre me ha sorprendido la falta de originalidad y pobreza expresiva de la mayoría de los sujetos que amenazan e insultan. Salvo honrosas excepciones, son siempre las mismas cinco fracesitas: "Sinvergüenza, cabrón, el consabido "hijo de puta" y como amenaza "te voy a matar", o si se trata de un estilista "te voy a arrancar la cabeza". Que me desmienta algún policía lector, pero creo que en estas cinco expresiones están el noventa por ciento de las denuncias. ¡Qué atonía! ¡Qué aburrimiento!

  A lo que voy. Dicen los lingüistas que la palabra conforma el pensamiento. Tenemos a "los indignados", pero salvo los abuelos de las preferentes, ¿no les parece a ustedes como a mí, que los indignados no están lo suficientemente indignados? Me refiero, que para haber sufrido el robo a espuertas de los bancos, los partidos políticos con sus turbias financiaciones y sus extraños amigos, la famosa puerta giratoria, los recortes en sanidad y educación y un sinfin de felonías más, ¿de verdad se expresan como indignados? ¿No será que a los españoles nos falta vocabulario para hacerlo y poner a tanto reverendo pelotudo en su sitio?




El Señor Gordo
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5 comentarios:

  1. Ahí me tocó la fibra. Si hay algo que me fastidia es que me llamen abuelo o abuelete y usted lo hace. Soy uno de los estafados por las preferentes y sí, aunque no los tenga, mi edad es la de los que abundan en nietos guapísimos y riquísimos. Ha dado a la gente en considerarse más listos que nadie y, como decía uno el otro día en la prensa "han estafado a los más viejos e ignorantes", reverendo pelotudo. Y eso lo decía el que llenaba su comentario de faltas de ortografía.
    En fin, me gustaría que se desvaneciese esa idea de que sólo gente sin cerebro o con Alzheimer ha sido estafada. Reconozco que no fue muy acertado dejarme engañar y no lo consideraré una de mis transacciones más brillantes, pero aparte de que han engañado a bastantes con bastantes años menos, la razón de que se hayan cebado en jubilados y en general en mayores es que esos bandidos sabían que estos son los que inevitablemente y para asegurarse un futuro que las pensiones no garantizan (y menos con este gobierno), ahorraron lo que pudieron y no para que con la complicidad del estado pudieran venir a desvalijarles. Mayores muchos, pero no necesariamente abuelos ni descerebrados.

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    1. Creo que tienes razón. No era mi ánimo desprestigiar la lucha de los afectados por las preferentes, sino todo lo contrario. Pero como muy bien me has hecho notar, he caído en el cliché que trata de desprestigiar a los que han sido víctimas, como cualquiera podría haber sido, y que ahora luchan por sus derechos. Un fuerte saludo y gracias por tu comentario.

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  2. Al ser humano, en general, le falta educación, pero especialmente a los españoles. Nos educan en la trampa y así nos va.

    Les dejo con un poco de música: http://xurl.es/9ik46

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    1. Hablando de trampas... exactamente, ¿qué es música para usted?
      Lo reconozco, he picado y entrado en su blog, que trata de algo muy original y que cuesta encontrar en la prensa diaria, eso de las patadas a un balón. Enhorabuena, Schopenhauer.

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    2. Para mí música debe ser algo opuesto a Alejandro Sanz.

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