12 agosto 2013

El día de los Santos Botellones y del Vecino Mártir

  El día 15 de agosto es fiesta en toda Epaña, aunque casi nadie se acuerda de ese detalle. La mitad de las localidades de la piel de toro aprovecha para marcarse sus fiestas patronales. Fiestas que consisten en echar por las calles algún animalito, emborracharse, dar saltitos haciendo como que se baila (decididamente no tenemos el ritmo en el cuerpo) al son de música estridente y dejar el recinto lleno de basura.

  Y ahí quería llegar. ¿Estar de parranda, borracho, como mandan los cánones de cualquier fiesta no musulmana o de alcohólicos anónimos implica necesariamente llenar todo de plásticos, botellas y orines? Como buen español pensaba que sí. Pero ya dijo Pío Baroja que el nacionalismo se quita viajando. O sea que si uno está un poco atento a lo que ve, vuelve menos paleto de lo que salió.

  Y mi experiencia antipalurda la viví en Amsterdam. No, no es que aprendiera a liar canutos. A pesar de quedar como más provinciano aún, añadiré que la marihuana (legalización ya, por supuesto) no me dice nada, solo me da hambre y sueño. Durante una semana de agosto toda la ciudad, de por si ya tomada por ingleses y otras nacionalidades con ganas de farra, se convierte en una gran fiesta con el "Uitmarkt", que celebra el estreno de la temporada cultural. Se instalan decenas de escenarios y hay fiestas por toda la urbe. Locales y visitantes caminan llevando en sus organismos vapores de espirituosos y vahos de plantas medicinales. 

  Dirán, aparecerá la ciudad llena de basura. Los bucólicos canales parecerán al amanecer cloacas infectas. Se destrozarán los puentes. Aparecerán rotas las ventanas del barrio rojo. Nada de eso. La ciudad amanecía limpia y los canales aún llevaban en su mayor parte agua. ¿No iban borrachos? ¿No iban drogados? ¿No estaban más para allá que para acá? Sí. ¿Entonces?  ¿Entonces qué? ¿Y la basura? ¿ Y las papeleras arrancadas? Algo falla.

  En Granada, durante las pasadas fiestas de la primavera se juntaron veinte mil personas de la madrugada del viernes al sábado en lo que los medios llaman macrobotellón (nuestro ya internacional "big bottle"). Si se piensa bien, no es tanto tiempo ni tanta gente. El saldo en basura fueron 52 toneladas. Es decir, la gente acabó de fiesta en un vertedero generado a la velocidad de una incontinencia urinaria. Eso hace una media de dos kilos y medio de basura "per cápita". Además cuatro (presuntos) cafres fueron detenidos. Me parece bien, y hasta pocos. Los abogados tenemos que vivir.

  Es decir, si descontamos el peso del líquido que va directamente a los gaznates de los participantes y de ahí, como decía la canción de "Los Toreros Muertos", la bebe el pastor, la beben las vaquitas, riegan los campos..etc, podemos entonces afirmar que ninguno de los participantes recogió nada de lo que llevó. Lo dejó directamente tirado en el suelo, todo los más arrojado con la displicencia de un boliche de petanca, a unos metros de su porcina persona. Y todos acabaron andando sobre la basura.

  Ni que decir tiene que no se trata de un comportamiento de los participantes de los botellones ni de los jóvenes. Igual espectáculo se puede disfrutar en cualesquiera fiestas patronales, romerías, verbenas y  eventos similares que se celebran en el España (conocida también como Estado Español). A los participantes les da igual si sus pezuñas hollan un parking, que un parque nacional, si su basura cae más o menos cerca de un contenedor o en la cornamenta de un muflón. Por lo demás, si el muflón es un vecino que no puede dormir, se le recomienda amablemente que cambie de residencia, tal y como sugiere una simpática cuña publicitaria de la cadena de radio española perteneciente a la Iglesia Católica Rock FM.

  El Ayuntamiento de Granada se gastó en limpieza más de 8.000 euros. Dinero que como nos sobra, está perfectamente invertido. Al menos allí limpiaron. Muchas veces los desperdicios quedan allí como parte del paisaje, tal y como atestigua cualquier cuneta, solar o camino vecinal español. Como ejemplo, la basura que quedó en Orihuela (Alicante) después de celebrar las fiestas de la Reconquista.

 ¿Y si los que van de ron recogen vidrio, los de whisky plásticos, los de wodka orgánico y los abstemios ligan? ¿Y si reconquistamos Gibraltar con un botellón que les inunde de porquería? Ya no somos los españoles  de la "La Kermesse heorica".

Exclamaba el sabio. ¡Es la economía idiota! Pues eso. ¡No es el alcohol, idiota! Es la educación.



El Señor Gordo
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5 comentarios:

  1. Por supuesto que hay mucha gente que es realmente cerda, pero en realidad, como siempre, el problema es del ayuntamiento. He ido a incontables fiestas y botellones y el ayuntamiento, NUNCA se preocupa lo más mínimo de poner un mínimo de contenedores y ni un solo baño público. Yo lo único que puedo hacer, es meter en la bolsa todo lo que he traído y dejarlo al lado del único contenedor que se atisba, totalmente cubierto ya de bolsas y todo tipo de desperdicios. El otro tema: ni un solo baño público, cuando ya te han dicho en 3 bares diferentes que no te dejan mear, pues eso tiene que salir por algún lado, por lo menos buscamos un árbol, antes que un portal. Lo que más asco me dá, son esos cuarentones hipócritas que van tachando de energümenos y borrachos a la juventud por hacer lo mismo que hacen ellos. La misma hipocresía de siempre, está bien visto emborracharse y liarla parda a gritos en cualquier terraza, claro, ahí tienes baño y el camarero recoge tu mierda. Creéis que hacemos botellón por gusto? que no estaríamos mejor en la terracita como vosotros? No te jode, si se hace botellón es porque no tenemos dinero y por eso, el ayuntamiento no se preocupa de poner contenedores y baños, prefiere criminalizar, quiere que demos mala imagen, porque no les damos dinero. Recordemos cómo empezó la ilegalización del botellón. No se buscaba multar a la gente que tirara desperdicios, ni a los que dieran voces en según que lugares, directamente prohibieron el consumo de alcohol en la vía pública, algo que nos hubiera parecido impensable hace años que pudiese llegar a suceder. Creo que la estrategia está muy clara. Practicamente en el 5% de las fiestas a las que he ido y había suficientes contenedores y baños, la mierda generada alrededor era ínfima. El ayuntamiento se gasta 8.000€ en servicios de limpieza por no haber querido gastarse menos en contenedores y baños públicos. Otra vez se ve el porqué, el dinero les dá igual, lo que buscan es criminalizar a ciertos sectores.
    Corrección: "Practicamente en el 5% de las fiestas a las que he ido había suficientes contenedores y baños y allí la mierda generada alrededor era ínfima."

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  2. Gracias por tu comentario. Creo que tienes bastante razón en muchas de tus argumentos. Simplemente recordarte que para recoger los desperdicios no hace falta un contenedor (,sino un bolsita que no tiene por qué ser municipal). Para no gritar no hace falta un bozal. En cuanto a lo otro, creo que aún sois jóvenes para problemas de vejiga. Será que soy ya un cuarentón hipócrita, pero creo que cada uno debe asumir la responsabilidad de sus comportamientos. Por cierto, los cuarentones, cincuentones, sesentones y setentones, gritan, tiran basura y orinan en la vía pública. No es privativo de los jóvenes.

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    1. Gracias. No iba por usted lo de cuarentón hipócrita. Recomiendo un libro que no está mal: Generación Botellón. Entre otras cosas, enseña las cartas que los vecinos de Malasaña enviaban al ayuntamiento (recordemos que fué ahí donde empezó todo) en las cuales, ellos no pedían la criminalización del botellón, sino que pedían lo lógico: que el ayuntamiento habilitara zonas en las que no hubiese viviendas o que les pusiesen doble acristalamiento a los vecinos de ese barrio. Por supuesto ya sabemos cual fué la solución del gobierno...

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    2. Gracias por tu comentario. No te creas. Es un hecho que soy cuarentón y más de una vez hipócrita. ¿Cuál es la editorial que publica ese libro que recomiendas? Lo buscaré.

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  3. Hola Manolo. Mala eduación e incivismo. Como no tiene pinta de que los botellones desaparezcan, propongo para empezar lo siguiente:
    1- la obligacion del uso de pañales en los mismos.
    2- Una patrulla colocará unos patines a los que visulamente estén dando bandazos y diciendo incongruencias.
    3- Un equipo grabará a los borrachos y cuando estén sobrios se les obligará a ver su vídeo, sin sonido, al menos cuatro veces seguidas.
    Un saludo :)

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