01 marzo 2013

Bowie vuelve de marte

  Escribo este artículo bajo el influjo (¿maligno?) de una lectura y un acontecimiento. El libro es más que recomendable. Se llama "Jinetes en la tormenta" y lo firma con justicia el afamado crítico musical Diego A. Manrique (resulta que A es Alfredo). Muchos añoramos todavía su programa "El ambigú" en Radio 3, y dicho sea de paso, añoramos a Radio 3 en general.  El libro es un repaso nada académico por las historias de las principales bandas y cantantes de rock, soul, blues y en general de lo que llamamos música popular.

  El acontecimiento es el ♦♦♦nuevo disco de David Bowie♦♦♦. Tengo a Bowie en mi altar musical, que comparte con gente competente y otros profundamente sospechosos que negaré que se han instalado allí como okupas para siempre (¿verdad Cat Stevens?). No es un tema generacional, pero es que yo siempre me he enterado de las tendencias musicales, de las películas y de las subvenciones demasiado tarde. Pero ya lo dice el refrán: "mejor tarde que Montoro".

  Bien, un verano de 1985 mi hermano Alberto trajo un disco que le habían prestado, creo que su amigo Clemente, de David Bowie. La mayoría de los discos interesantes que entraban en casa eran prestados, no había en esa época pasta para discos ni para nada. La última adquisición familiar debió ser algo de Waldo de Los Ríos (al que Alá Confunda). Me acuerdo perfectamente que era el año 1985 porque yo me había enamorado de una chica de Valencia llamada Margarita (que por supuesto me rechazó) y a la que conocí en un Campo de Trabajo para jóvenes subvencionado por el gobierno de La Rioja en el que por la mañana buscábamos huellas de dinosaurio y por la tarde buscábamos a cuatro patas nuestra tienda de campaña, tal era la borrachera que teníamos todos (monitores y monitorizados). Tenía quince desesperados años.


MissLaceyNoel.tumblr.com
 
  El disco que trajo para mi fue una sacudida en mi línea de flotación auditiva (si es que la frase tiene algún sentido). El disco novedad para mi era Hunky Dory (publicado en el año 1971) y que llegaba a mis manos con catorce años de retraso. Sus canciones parecían escritas para mi y casaban como anillo al dedo con mi estado emocional, aunque las letras nada tuvieran que ver con el asunto. No sabía nada de Ziggy Stardust y ni tan siquiera sabía lo de los ojos cada uno de un color distinto. 

  No es que fuera un absoluto retrasado (en términos musicales). Alberto abastecía de otro tipo de vinilos más actuales y hasta "cool" para la época, como los prescindibles "Everything but the girl". Debo añadir como venganza y en honor a la verdad que tanto Alberto como mi hermano Antonio me tenían prohibido acercarme a sus discos y al tocadiscos, ya que entendían (no sin razón) que mi habilidad manual era incompatible con la integridad de los vinilos y de ese extraño objeto del tocadiscos llamado "aguja". Dicho sea de paso... ¡Larga muerte al vinilo! En resumen, debía escuchar los discos en la más absoluta clandestinidad, ¡qué gozada! Me ponía "Changes" a todo volumen, ese maravilloso tema, ahora prostituido por la publicidad.

  Cuando cumplí 16 años me regalaron "Heroes" en casete (me seguían viendo incapaz de no rayar el disco) y con el tiempo escuché el resto de sus temas. Y hasta ahora, que voy a disfrutar del disco en el momento de su publicación y no años después. Haré un esfuerzo por no piratearlo y me iré a la FNAC a comprarlo. No temo que me decepcione. Vivo en la época que gobierna Rajoy y que Alejandro Sanz se considera un cantante.

El Señor Gordo
El humor está aquí, en algún sitio
Estamos en Facebook y Twitter

6 comentarios:

  1. Muy bueno yo tb lo comprare o..... Buen finde señor gordo bs mj

    ResponderEliminar
  2. Bowie a great icon and personal favourite of mine. Thanks for something I actually understand Manolo lol. Nathan (York)

    ResponderEliminar
  3. A mí me pasó al revés: todos mis amigos hablaban de Bowie, de música punk, de heavy y yo hablaba de caballos, como diría Brel. Pero un día, bueno, una noche, me pescó a traición. Yo estaba sola y no era el mejor momento de mi vida, pero tenía unas ganas locas de volar, de esas que te hacen un nudo en la garganta y te reirías si supieses cómo. El asunto es que tenía la radio y empecé a escuchar Space Oddity y fui subiendo el volumen. Y empecé a hablar de amor.

    Un blog muy acogedor. Me gusta. Gracias por dejar entrar a cualquiera

    ResponderEliminar
  4. Manuel García Canosa11 de enero de 2016, 10:22

    "Time takes a cigarette,,," Con ésta aún no se han atrevido. Pero al tiempo...

    ResponderEliminar
  5. Me encanta Bowie y sus pintas siempre transgresor.Bonito post

    ResponderEliminar
  6. Desesperados tus 15 años y desesperados los de ahora. Aburridísimo.

    ResponderEliminar

¡Gracias por tu comentario!