Atentos, porque para paladear el espectáculo es imprescindible prestar atención a los actores secundarios de la función. He aquí once claves para no perderse nada.
- Los grupos de monjitas. Auténticas "gruppies", no se retirarán estos días de la Plaza de San Pedro, haga viento, sol o lluvia.
- Los grupos de despistados. Se ha escuchado a más de un turista norteamericano preguntar cuándo se anuncia la pizza papal.
- La poli. La seguridad debe ser máxima y los agentes están por todos lados, incluso dentro de la chimenea.
- Los vendedores. Lamentablemente Ratzinger no tuvo tirón. Juan Pablo II sigue siendo aún el máximo filón. Han creado un grupo de presión para entronizar a un Santo Padre que dé bien a cámara.
- Los ladrones. Carteristas de todo el mundo se han congregado en Roma. Sus víctimas predilectas son las mochilas de los currillas. Su cínica frase de gala es "quien roba a un ladrón, cien años de perdón".
- Los muchachos de la prensa. Deben lidiar con sus pocos conocimientos de latín. Palabra fetiche "papable".
- Los "vaticanistas". Oscuros personajes expertos, supuestamente, en los entresijos del Vaticano. Muchos de ellos fueron en su día "Kremblinólogos" y alguno se ha colocado como exorcista part time.
- Los ateos renegados. Han dado una excusa falsa a sus familias para pasarse por Roma. En teoría no creen ni en Dios ni en la Virgen y detestan a los curas, pero les importa la elección más que a todos los grupos anteriores. Su medicamento predilecto es "lexatin" con el que combaten la ansiedad entre fumata y fumata.
- Los activistas lesbianas y gays. No desaprovechan la ocasión para hacer un performance en top less o pelota picada contra la homofobia católica. Suelen ser reducidos por la policía y las monjas.
- Los niños. Pasan por la plaza pero no acaban de enterarse. Sólo desean comer, mear y mirar por debajo de las faldas de las monjas y las sotanas de los curas. A su modo, el grupo más influyente.
- Los profesores jubilados de latín. Imprescindibles para seguir algunas partes del proceso para aquellos que no pasamos del rosa rasae.
El Señor Gordo
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Menuda bazofia llena de tópicos. Pretendes ser gracioso, ocurrente y mordaz, pero lo único que despiertas en el lector es vergüenza ajena.
ResponderEliminarme da que "catolicus habemus" y que el autor tiene suerte de no estar en el siglo XVI, porque sino arderia cual ninot en las fallas...cuidao con la congregacion para la doctrina de la fe..que me da que ya estas en su lista negra...aunque todo hay que decirlo el mundo no perderia precisamente a un nobel de literatura ni a un ciberbloger que marque tendencia, el escrito es malo, malo..Salu2 desde las Asturias
EliminarBueno caballerete, tampoco será para ponerse así, no?...mire que bazofia es una palabra muy fea y bien podrían a aplicársela a su comentario...
ResponderEliminarcierto es que el autor no es el colmo de la ironia y que no tiene precisamente una pluma fina..pero tampoco es para encabronarse, dale al "reset" cerebral y al cajon de los escritos perdurables...Salu2 y menos acritud
ResponderEliminarpues yo me he descojonado con todo ade+ porque es verdad, todos esos grupos están ahí, ni tópicos ni hostias. y de paso he mirado otras entradas y sois patéticos los que criticáis. antes de opinar....leer más.
ResponderEliminarAcostumbrados como están estos "librepensadores", al índice, a la censura,a la invisibilidad de alguien que no piense como ellos, no dan a basto a intentar denostar, desmerecr, vituperar, vilipendiar etc a ver si cuela y paramos de decir lo que pensamos. No todo va a ser prensa orgánica. Lo del apellido será por la genética: Toolomata
ResponderEliminarte faltó la gaviota. Que sigo en mi teoría que era una mensajera de Rouco. Por lo demás, lo clavaste ¡basta estar allí para darse cuenta! :D
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