20 febrero 2013

Ser un corrupto, y total para esto

  Teniendo una economía modesta (es decir, no tengo un puñetero duro), he fantaseado en algunas ocasiones con lo que haría si tuviera mucho dinero. Supongo que a ustedes, los que no son ricos,  les habrá pasado lo mismo alguna vez. No me malinterpreten si les digo que soy un tipo austero.  Quizá carezco de la suficiente imaginación y conocimientos sobre los artículos de lujo como para codiciarlos o admirarlos. No crean que me hago el estrecho si les confieso que las cosas nunca me han llamado mucho la atención, por bonitas y caras que sean.  Por eso, en mis ensoñaciones de rico, no me imagino con millones de euros. No sé por qué soy incapaz de apasionarme por los mundos fantásticos, sean estos "El señor de los anillos" o imaginarme a mi mismo guapo y con mucha pasta. Mis fantasías son más modestas. Me imagino que el acné y la barriga han desaparecido y que tengo una cuenta bancaria que no se pone a cantar una saeta cada vez que la consulto.
 
  ¿Qué haría con dinero? Por supuesto viajaría. Pero viajes de verdad. No me metería en un resort a ponerme morado a caipirinhas, o quizá lo haría durante un par de días para descansar del trajín. Tomaría el transiberiano, alquilaría una furgoneta reglamentariamente hippy y recorrrería la ruta 66. Visitaría la Antártida. Iría de festival en festival. De la Berlinale a Venecia. Trataría de conocer a Martin Scorsese .  Me pasaría una semana en el Village Vanguard. Entraría todos los días en Arco por el placer de poner verde a los artistas. No me perdería el Inglaterrra-Escocia del Seis Naciones ni la final de la Liga de Campeones. Aprovecharía que el Hércules juega en Ponferrada para meterme entre pecho y espalda un cocido maragato. Aprendería francés y alemán y a tocar el piano. Produciría películas a artistas jovenes o viejos con talento. Iría a la Fnac y arramblaría con libros y discos, acamparía en Ulan Bator.




  No digo que sea lo mejor que se puede hacer con dinero, pero estoy seguro que tampoco es lo peor. Cuando veo lo que los corruptos hacen con la pasta que se han llevado cruda de todos, mi indignación y furia se multiplican por diez. Ni siquiera tienen el estilo de los gangsters añejos que apoyaban las carreras de cantantes con talento o promocionaban a bravos boxeadores. Alguno incluso hasta coleccionaba arte, aunque no lo comprendiera. ¿Qué hacen en cambio los nuestros?
  EXAMINÉMOSLO:

  La trama Gürtel iba repartiendo a su políticos artículos de Louis Vuitton. También pagaron confeti para las fiesta de cumpleaños de los hijos de la ministra Ana Mato por valor de 4.600 euros. Urdangarín compró un pretencioso palacete en Pedralbes que ni siquiera tiene conexión buena con el metro. Juan Antonio Roca llenó las paredes de su lujosa mansión de cabezas de animales, como si las paredes de la mansión sufriera una metástasis cinegética. Ricardo Costa píaba por un Infinity. Los directivos de la CAM se iban de viaje organizado a la India, con todo el paquete turístico rancio, sin faltar la cena autóctona amenizada con camareros locales. Y Bárcenas... esquí en Canadá, que no ha templado ni sus nervios ni su mal gusto para los abrigos.
 
  Ya se sabe que la oligarquía española nunca ha sido muy "cultureta", ni creativa ni aventurera, por más Máster en Business Administration que se traguen, están culturalmente más cerca del cacique cabrón de "Los Santos Inocentes" que del culto maestro de "La Lengua de las Mariposas". Al mismo Rajoy es difícil imaginarlo leyendo por placer algo diferente al Marca e imposible imaginarle pronunciando un participio que no acabe en "ao". Aún así, por favor, si nos roban, hagan al menos algo que merezca la pena. Si no se les ocurre, les podemos asesorar. Como diría Rajoy, por el momento "hemos terminao".




3 comentarios:

  1. Grande Manolo. Me encantó.

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  2. buenas tardes, te alabo el gusto en lo que te gastarías el dinero, me parece estupendo. Por otro lado estoy de acuerdo que ya que supuesta mente se han quedado con ese dinero el fin podía haber sido mucho mejor seguro que entre todos le podríamos decir unas cuantas de cosas y no se quedarian sin pasárselo bien. solo hay que mirar alrededor cuantos niños se han quedado sin comedor este año, muchos de ellos era su principal comida pues no olvidemos que cada vez hay mas familias que ya no les quedan agujeros en el cinturón para ajustarse mas, pues ya tuvieron que empeñar hasta el cinturón. buena tarde y como siempre muy bueno. MJ besoos

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  3. Gracias por compartirlo. Como la vida misma jejeje. http://cort.as/3WHQ

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