09 enero 2014

Cuando todo sucedió, ¿en qué estábamos pensando?

  Díganme que sí, que les pasa. Que quizá tenga sobrepeso y esté un punto chalado, pero que no estoy solo. Que no soy el único que veo las nuevas noticias sobre ETA (básicamente creo que era una organización terrorista —o revolucionaria para sus seguidores— que aspiraba a lograr la independencia de un lugar al que llaman Euskal Herría mediante el asesinato y la extorsión) como una especie de sicofonía. Un eco que viene del pasado, o si se quiere, como ese dolor en los juanetes que un día desapareció y del que ya no nos acordábamos.

  ETA dice, ETA anuncia, ETA manifiesta en un comunicado carnavalesco, ETA amenaza, ¡qué pereza! Y sin embargo hubo un tiempo en que era lo que más nos importaba y nos amargaba. ¿Les da un poco de vergüenza recordarlo? A mi también, pero hagamos juntos este ejercicio, no porque seamos un poco masoquistas (que también) sino para sacar una pequeña moraleja de año nuevo.

  A fin de cuentas no era casi lo más importante para usted ni para mi, que quizá seamos (por decirlo suavemente) poco avispados. Era lo más importante para los dueños de materia gris 2.0., especialmente para políticos, periodistas, tertulianos y párrocos.

  El 4 de febrero de 2007 el diario El País titulaba "La marcha contra el diálogo con ETA deriva en un aluvión de ataques contra Zapatero". Ese mismo día también publicaba que "El presidente de la Conferencia Episcopal pedía unidad contra el terrorismo". Ese mismo día: "ETA se enfrentó a De Juana por iniciar la huelga de hambre sin autorización".

  Por supuesto no todo era ETA. El periódico El Mundo publicaba el 4 de febrero de 2006 que la inauguración de la Terminal 4 de Barajas la situaría en el cuarto puesto europeo por número de vuelos. ¡Ay!

  En marzo de 2008, conforme con la encuesta mensual elaborada por el Centro de Investigaciones Sociológicas, el terrorismo de ETA era el principal problema para el 36,9% de los españoles. La corrupción y el fraude era un problema para el 0,2 %.

   Mientras todo lo que ahora padecemos se cocinaba en un puchero mitad rancio mitad infecto, los medios, los expertos, los listos y los catetos, nos preocupábamos de otras cosas. Horas hablando de De Juana Chaos y ni un minuto sobre los productos bancarios tóxicos o fraudulentos, sobre las maniobras de políticos en las Cajas de Ahorro. Ni una manifestación que pidiera la urgente reforma de la Ley Hipotecaria y de la Ley de Enjuiciamiento Civil, ni sobre las cláusulas abusivas de los contratos hipotecarios.

   Es verdad algunos alertaban sobre la insostenibilidad económica y medioambiental que suponía el excesivo y pésimo negocio del ladrillo; pero no nos engañemos, eran tratados como unos ecologistas extremistas que oficiaban de aguafiestas. A algunos les preocupaba la corrupción, pero o lo hacían sólo para arrojarla al vecino o eran moralistas o simplemente fracasados que en cualquier caso no dudarían en robar si tuvieran la oportunidad.

   Cierto es que todo lo que ha pasado nos ha hecho más avispados, también mas resabiados. Mucha gente que ignoraba la política ha despertado y no tolera que se la den con queso (o con notario). Pero también es verdad que los mandamases juegan con nuestra mala memoria y falta de determinación. Mientras la situación económica mejora debemos darles carnaza. Un hueso que roer mientras se cocina lo importante. Banderas cuatribarradas, contrarreformas de derecho, batallas de símbolos y coronas. Dice el asesor: de momento nos vale. Mientras tanto: ¿Qué se está cocinando? ¿El guiso se llama negocios del Sareb? ¿Privatizaciones? No lo sé, pero sospecho que no podemos leerlo en portada, acaso oculto en letra pequeña.




El humor está aquí, en alguna parte
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4 comentarios:

  1. Usted no se fíe de unos asesinos, por muy panda de abandadores que quieran hacerlos pasar ahora, en la naturaleza del escorpión está el hacer daño por mucho que intente no hacerlo...y la cabra siempre tira al monte.
    ¿Que nos la seguirán dando con queso?, tristemente creo que ya lo tenemos asumido

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  2. Justamente estaba pensando que el tal "error" del Ministerio del Interior al emitir una nota antes del operativo del miércoles iba por la vía de poner a la gente a hablar de eso y no de la reunión de los ex-presos del sábado pasado. Lo mismo la reforma de gallardón y tantas otras, meros trapos rojos para ocultar el mal gobierno.

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