Ayer recibí en menos de doce horas el mismo correo cuatro veces. Seguro que muchos de ustedes lo han leído. Clamaba contra los "privilegios" de los políticos y convocaban (¿quiénes?) a una manifestación en las principales ciudades de España el día 27 de julio. Entre otras cosas, los anónimos convocantes pedían la reducción "urgente" del congreso y del senado y la cancelación de las subvenciones a todos los partidos y también a los sindicatos (en cambio no de las organizaciones empresariales).
Un fantasma recorre España: la culpa es de los políticos. Después de la campaña de desprestigio orquestada contra extranjeros (se llevan nuestros recursos) y funcionarios (caricaturizados como vagos tragaldabas que consumen el presupuesto público), era cuestión de tiempo que les llegara el turno a los políticos.
Defender a los políticos, parece tan excéntrico y desatinado como tomar partido en favor del picudo rojo o del dolor de muelas. Sin embargo, la paradoja es que ahora se les necesita más que nunca. No por supuesto, politicastros al servicio de los intereses financieros o del constructor local, sino políticos que sean capaces de tomar decisiones en favor del conjunto de los ciudadanos.
No debe dejar de sorprender que este tipo de manifiestos antipolítica, insista en meter a todos en el mismo saco. En el mensaje que he citado se dice textualmente: "el pueblo español está harto de todos los políticos" ¿De todos los políticos? Por qué siempre estos manifiestos insisten en la imposibilidad de separar el trigo de la paja? ¿De verdad que alguien cree que es igual la inefable Andrea Fabra que Gaspar Llamazares? ¿Es igual la alcaldesa de mi ciudad Sonia Castedo, que el concejal de Izquierda Unida Miguel Ángel Pavón? La primera está imputada por "vender" el Plan General de Ordenación Urbana al empresario Enrique Ortíz. El segundo comparte su sueldo con su compañera en la corporación, no para de hacer propuestas y alguien debería decirle que se comprara, de una vez, un jersey que no esté raído.
La crisis está siendo una magnífica excusa para liquidar el estado social y democrático mediante la mengua y reducción de los funcionarios (y por supuesto de los sindicatos) y la denigración global de la política. Ya ha venido la reducción de los derechos sociales, la privatización de las ganancias y la socialización de las pérdidas y vendrá, no lo duden, el ataque a los derechos civiles.
Por lo demás, el problema no son los políticos. Y si no que se lo pregunten a nuestro Ministro de Economía Luis de Guindos. ¿Ex Lehman brothers? ¿Ex PriceWaterHouse?
muy buenos dias a todos, en mi opinion cuando todos fuimos a votar en las ultimas elecciones igual que se sabia que se necesitaba un cambio politico preveiamos conscientes o incoscientemente que se iban a dar recorte, lo que creo que no nos queriamos parar a pensar que iban a ser tales. pero las recuperaciones no son la pulga de benito y en dos dias se solucciona todo. para mi hubiese sido mejor que todos los politicos, que muchas veces se estan atacando unos a otros, utilizasen ese tiempo en buscar posibles solucciones y colaboransen pero es la unica manera que yo creo nos iria algo mejor. de todas formas el ser humano tendemos a generelizar y sobretodo para lo malo. cuando aunque haya una mayoria mala de algo siempre valdra la pena luchar o hablar de esa minoria que lo hace bien, en vez de generalizar y decir que todos son malos mirar aquellos que no son malos, valorarlos y apoyarlos, porque sinceramente en todas las profesiones y en la humanidad en general hay gente que hace las cosas mal pero tambien hay gente que hace las cosas bien. pensar que todo esta mal y echar las culplas a unos y a otros, en vez de analizar, leer e informarse de lo que esta pasando preveer lo que puede pasar, escuchar no oir las distintas opciones y ver dentro de ella cual puede ser mejor, solo nos hace mal y ver todo peor. esto nos anula y no nos deja avanzar. bueno buen finde a todo. m jose
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