22 junio 2014

Juventud, divino desconcierto

  España tiene un nuevo rey. ¿Se habían enterado? Se llama VI (King Vil). Si han llevado durante esta semana una bandera tricolor en la solapa o se han confundido con la colada y han puesto juntos en el tendedero una camiseta roja, unos calzoncillos amarillos y unos calcetines violetas, la policía habrá tenido el detalle de informarle.

  Resulta que una de las cualidades que se ha destacado del nuevo monarca es su juventud. Habida cuenta que yo soy dos años menor, y ya tiendo a considerarme un carcamal con problemas de próstata, estoy encantado. Incluso estoy por hacerme de una asociación de jóvenes monárquicos, meter unas croquetas de mi madre en un tupper y plantarme en su convención de Antigua y Barbuda. Los medios se han lanzado a entrevistar a "jóvenes" de su generación. La generación que está llamada a tomar el relevo generacional, valga la generalidad (ya sé que el Larousse lo dice de otra forma).

  La monarquía me ha rescatado de la vejez. Es muy extraña la relación que tiene España con las edades. Hasta antes de ayer en cierto sentido yo era un señor que casi por edad está fuera del mercado laboral. Técnicamente alguien de 45 años o más se encuentra en una situación de difícil inserción laboral en España. Sin embargo, el debutante Rey es considerado un joven de 46 años

  ¿La conclusión es que si eres una persona corriente (de las que hablaba Redford), eres mayor a los 45 pero si eres poderoso eres joven a los 46? No se precipite. La política española es famosa por crear líderes treintañeros (en sus treinta, dicen ahora algunos) y jubilarlos recién pasados los cincuenta. Por supuesto pasados los sesenta solo valen para consejero en una compañía eléctrica. Los candidatos a la secretaría general del PSOE, siguen la regla no escrita de tener apenas cuarenta años para así encarnar "la renovación", por no decir "la vuelta al cole", siempre que uno les vea en la televisión con la precaución de quitar el sonido.

  Para complicar el panorama, muchos de los señores y señoras sobre los cuarenta, cincuenta y sesenta años se han convertido (quizá a falta de empleo) en sujetos vigoréxicos. Corren maratones, hacen triatlones, visitan el gimnasio de lunes a viernes y las fiestas de guardar, hacen chi kung, pilates, danza del vientre. Ellas se lanzan a ligarse tipos de veinte años, que andan locos por tener una experiencia con una "cougar". Demasiado viejo como para trabajar de administrativo, pero no para hacer un treking al Mont Blanc o subir al cráter del Ngorongoro. Si te llamas Carlos Soria aún puedes escalar un "ochomil" con tus setenta y cinco años.

  No es de extrañar que se sientan así. Los cuarentones nos hemos anclado sentimentalmente en los años ochenta, como bien saben los publicistas que han revivido a Epi y Blas, "la ley de la botella", Naranjito y otros iconos generacionales para vendernos... planes de pensiones

  ¿Cuando es uno viejo? ¿Ven las esculturales novias de Ecclestone viejo a su millonario novio? Los católicos están encantados en su mayoría con su joven y renovador Papa, nacido en el año 1936. Que la edad está en parte en la cabeza, lo pude comprobar en mi breve pero intensa etapa de director de una residencia de tercera edad. Algunos de mis residentes estaban, mental y físicamente acabados. En la misma época, mi madre, con quince años más, visitaba Uzbekistán en compañía de otros coetáneos. 

  La edad, seguramente no deja de ser en muchas ocasiones una estafa, una coartada, otra más.

Es posible  que cuando uno deja de ser un niño y un adolescente, sólo queden dos edades: vivo y muerto.



El humor está aquí, en alguna parte
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ANEXO

Como veo que reina cierto desconcierto, me he animado a hacer un pequeño cuadro de aclaración.


  • 30 años. Viejo para jugar con España pero joven para ser delantero centro de la selección alemana.
  • 40 años. Viejo para trabajar en PricewaterhouseCoopers pero demasiado joven para el Consejo General del Poder judicial.
  • 30 años. Viejo para empezar de juez en España, pero demasiado joven para serlo en Estados Unidos.
  • 50 años. Viejo para trabajar en España.
  • 30 años. Demasiado joven como para empezar a trabajar en España.
  • 64 años. Demasiado joven para jubilarse en España.
  • 65 años. Joven para ser Papa.
  • 44 años. Viejo para liderar el PSOE.
  • 30 años. Vieja para ser presentadora de un informativo de televisión en España.
  • 18 años. Viejo como para emborracharse por primera vez en España.
  • 65 años. Joven para ser Rey de Inglaterra.
  • 18 años. Viejo como para entrar en España sin papeles y pretender quedarse.
  • 17 años. Extranjero sin papeles demasiado viejo que trata de disimularlo.
  • 55 años. Edad magnífica para ponerse el primer tatuaje en España (por ejemplo iniciales de la prole en letras góticas).
  • 30 años. Edad hasta la que se le llama "el niño" a un jugador en España.
  • 31 años. Edad a la que se le llama viejo acabado a un jugador en España.
  • 40 años. Demasiado viejo para emigrar a Australia.
  • 55 años. Joven inversor.



16 comentarios:

  1. No te falta ni una mijita de razón, Manolo. Este país no busca talento entre su gente, no arriesga, no "ve". Solo busca comodidad. No da oportunidades. No invierte en nosotros. Y nosotros por otro lado, hacemos lo que podemos o nos conformamos en la santa resignación, que es lo que nos gusta. Resignarnos y "virgencita" que me quede como estoy. La edad aquí es de chiste. Lo has explicado perfectamente. Laboralmente muerto, pero para todo lo demás... suba una montaña y le patrocinamos!

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    1. Gracias por tu comentario. Quizá la virgencita también nos patrocine.

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  2. Me estabas leyendo la mente o tenías micrófono en casa. Lamentablemente no puedo decir "virgencita" porque si me quedo como estoy ... Mal asunto. Mi problema es que no soy heredera a ningún trono por la gracia de dios. Esto de nacer en colonias....

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  3. Este tema de la edad es algo en lo que pienso con frecuencia últimamente, y llego a conclusiones parecidas a las tuyas. Puede que la edad sea una actitud mental, y eso contribuye a que el resto del cuerpo se conserve vigoroso. Yo cuando cumplí 43, hace casi 5 años, me pareció que de repente se me venía le vejez encima, lo encontré una cifra tremenda, no sé por qué. Se supone que debemos estar agradecidos porque la hemos contado, pues muchos se quedan antes por el camino, pero no deja de producirme cierto desaliento y estupor el hecho de envejecer. Hasta ahora era sólo espectadora, ahora soy protagonista de esa película de ancianidad, al menos en sus comienzos. Qué vendrá después...

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  4. Felipe Uve Palito, a ver si aprendemos las letras. En mi ciudad hay un colegio que ahora os digo como se llama, y tanto alumnos como profesores lo llaman Pablo vi (por favor, vi, no sexto).

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  5. Buen post para empezar el día en que cumplo 43 ;)

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    1. ¡Felicidades! Que disfrutes de tu día de cumpleaños y que cumplas muchos más.

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  6. Otro clásico es el "joven" de treinta y tantos que comete un delito en las noticias de Antena 3, los jóvenes son unos delincuentes aunque rocen los 40. Yo me fiaba del "carnet joven Euro <26" que tenía cuando estaba en la universidad para los descuentos en Renfe, con menos de 26 eres joven. Pero ahora veo que ¡han subido la edad! y puedes tener tu carnet que te acredita como joven ¡hasta los 30!, con descuentos y todo.
    Con esto, la titulitis y el vivir con tus padres, que la emancipación en España va para largo, tenemos la tormenta perfecta.

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    1. Cuesta mucho emanciparse como para que se siga haciendo el chiste fácil. Es muy insultante que se rían de un problema como ese. Estoy llegando a los 30 y si me considero muy joven es porque en los trabajos que he tenido en los últimos 2 años mis compañeros eran mayores que mis padres. ¿Todos los menores de 50 no quieren trabajar? Lo dudo. El problema es que no contratan a casi nadie, y así muchos parados no se han podido reincorporar al mundo laboral después de haber perdido el empleo (son muy mayores o no se han actualizado; dicen ellos, muchos lo dudamos) y quienes debíamos habernos incorporado hace años seguimos dando tumbos de una empresa para otra (contratos de prácticas porque presuntamente ni con 2 años de experiencia aprendemos a hacer la "o" con un canuto; eso opinan ellos, aunque se demuestre lo contrario) hasta que al cumplir los 30, cuando ya no hay beneficios fiscales por contratarnos, pasamos de ser jóvenes a ser muy viejos para casi todo. Con esto, emanciparse y tener una vida estable es muy difícil (ya se sabe, hay que tener mucha flexibilidad laboral, estar abierto a tener disponibilidad horaria y geográfica y esas cosillas que hacen que parezcamos un trotamundos sin pretenderlo). Y por cierto, pese a que hace más de 11 años que no vivo con mis padres, estoy a punto de volver con ellos. Mis padres me intentan consolar argumentando que la crisis me está golpeando y que ya he hecho todo lo que estaba en mis manos, yo siento que lo que me van a golpear son los 30 y que todos los "beneficios" de ser "joven" valen más que la experiencia.

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    2. Comparto todo lo que dices y además me solidarizo contigo. Pero creo entender que no te dirijes a mí, pues en mi post no hago ningún chiste fácil sobre las dificultades para emanciparse. Gracias por tu comentario.

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    3. El tema de la emancipación no lo presentaba como chiste, sino como una losa de las que se echan sobre la juventud, como el tema de la delincuencia y el no darle a un joven otra salida que seguir estudiando, de ahí la titulitis. (Soy el del mensaje del carnet joven)

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    4. Así son las cosas, yo he tenido que volver a los 45 a casa de mis padres y suerte que no tengo otras cargas mas que yo y el perro. He trabajado 25 años sin parar prácticamente, era yo quien elegía cuando me iba de una empresa y tenia empresas donde elegir...ha sido llegar los 45, la reforma laboral, la crisis y de repente me he vuelto viejo para todo; ya ni responden en las empresas, veo que contratan a jovenzuelos que algunos ni saben por donde se andan y que a duras penas sacan el trabajo adelante, cobran una miseria y echan horas a cascoporro (gratuitas por supuesto), entre contratos de días, horas, semanas y en negro el resto de las horas...este es el futuro que les espera, nosotros ya ni futuro tenemos...yo tengo cotizados 20 años, porque en la crisis de los 90 me toco currar en negro...y ya me parece que no cotizaré nunca mas , por lo que ni pensión tendré...como dice un amigo y compañero de penas, al final vamos a tener que usar el método de "la recortada" para asegurarnos un futuro, atracar un banco y si sale bien a vivir un tiempo y si no sale a chirona a poner el ojete pero al menos tendremos un planto de comida , techo y con suerte cuando salgamos cobraremos el paro...
      El futuro es muy oscuro...que decia la cancion

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    5. Gracias por tu lúcida reflexión y mucho ánimo.

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  7. Lectura reconfortante y que no dudaré en recomendar a los "viejos y jóvenes". Lo cierto que nos bombardean constantemente con cosas tales como: - Eres demasiado mayor para... o - Eres demasiado joven para... Tengo 24 años y me agravian con estas frases cada día,como si de un mantra se tratara. Uno ya no sabe como sentirse si arcaico o moderno. Totalmente de acuerdo con su conclusión : "La edad, seguramente no deja de ser en muchas ocasiones una estafa, una coartada, otra más." Solo me queda decir... ¡ Larga Vida Al... PUEBLO!

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